Cuando el tiempo nos apremia y necesitamos improvisar algo rápido para comer ¿qué mejor que preparar unas pizzas?
Una opción muy válida para no perder tiempo haciendo la masa es el pan árabe. Dejémosnos de joder con esos panes que nos quieren vender en los supermercados. Está demás decir que los ingredientes varían de acuerdo al paladar de cada uno. Una excelente oportunidad para usar vegetales que ya sólo sacan lugar a las botellas de cerveza.
Ingredientes básicos:
- Pan árabe
- Salsa de tomate o salsa para pizza
- Queso(s)
- Sal y pimienta
- Orégano
Masa, salsa, una capa de mozzarella y encima; lo que se nos ocurra.
Opción 1: Pesto prostituido
Rúcula, tomate, Morrón verde, ajo, aceite de oliva.
Picar todo finamente descartando las semillas del tomate y de los morrones. Bañar todo en abundante aceite y distribuir sobre el queso.
Opción 2: Palmitos
Palmitos, aceitunas, albahaca.
No hay secreto en esta. Sólo les recomendaría que incluyan la albahaca al sacar la pizza del horno.
Opción 3: Chamipgnones al vino
Cebolla, champignones, vino blanco, crema de leche, perejil picado.
Esta sí es un poquito más elaborada. En una sartén cocinamos las cebollas salpimentándolas para que suden y luego agregamos los champignones. Una vez que esté todo bien integrado echamos un generoso chorro de vino. Cuando el alcohol se evapore, incluímos la crema de leche, rectificamos la sal y antes de sacar la sal tiramos el perejil picado en la salsa.
En todos los casos no se olviden de precalentar bien el horno antes de meter las pizzas y que los ingredientes base siempre tendrían que estar presentes. Con unos 5 minutos de infierno, las pizzas estarán en su punto celestial.
Existen un millón de opciones y no estoy interesado en citarlas todas. Como sabrán, este es una especie de bitácora personal para poder acordarme de las atrocidades que cociné. Usen lo que tengan a mano. Sean creativos.
Para acompañar al plato, escuchen algo del gran Morrissey. ¡Disfruten!
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